Flora te cuenta cosas sobre la mujer y la vida familiar en la Antigua Roma

¡Hola Floriponcios!
 Hoy Flora quiere informaros de la situación de la mujer en la Antigua Roma, es bastante interesante y seguro que os encantará aprender cosas nuevas.
En primer lugar hablaremos de la consideración de la mujer y su papel en la casa. Luego, comentaremos información acerca del matrimonio, la edad legal, la época republicana y su matrimonio, la vestimenta y la celebración del enlace. También hablaremos del adulterio, su ley y las sanciones que conllevaba. Además, informaremos del divorcio y en las posiciones que dejaba a los cónyuges. Por último, pero no por ello menos importante, hablaremos de la familia romana y sus componentes.
¡Vamos allá!


1. La mujer y la vida familiar
1.1 La consideración de la mujer.
La mujer era considerada y tratada como una menor a lo largo de su vida, pues estaba sometida a la tutela de un hombre:
-Mientras estaba soltera, su padre se encargaba de ella
-Cuando se casaba, dependía de su marido
-Si se divorciaba, dependía de un tío o un hermano si regresaba a casa de su padre, y este había muerto.
1.2. El papel de la mujer en la casa
Una matrona, o madre de familia, debía quedarse encerrada en casa realizando tareas que eran socialmente consideradas femeninas, como hilar y tejer. Dentro de la casa, la mujer tenía bastante poder sobre sus sirvientas y sobre sus hijos, los que la respetaban mucho.
A partir del final de la República y durante toda la época imperial, la condición de la mujer mejoraba poco a poco. Empezaron a tener menos hijos y a preocuparse menos de ellos, tampoco se obligaron a vivir tan recluidas.


2. El matrimonio
2.1. La edad legal
Principalmente, la edad para casarse era entre los doce y catorce años, aunque los hombres no se casaban hasta los treinta. En principio, sólo tenían el derecho de casarse los patricios aunque más tarde, también se les permitió a los plebeyos. No estaba permitido el matrimonio para los extranjeros y los esclavos.
La diferencia entre la época de la República y la del Imperio fue ganando en derechos y libertad para decidir sobre distintos aspectos.
2.2. La época republicana y su matrimonio
En esta época no se casaban por amor sino para tener hijos y cumplir con un deber religioso, el de continuar y perpetuar el culto de los antepasados. Los padres decidían la pareja de sus hijos.
Durante la República, los matrimonios se establecían según una de las siguientes formas:
- El matrimonio cum manu. Era la forma más antigua de matrimonio, la mujer al casarse pasaba de ser pertenencia del padre a ser la de su marido, el cual tenía control absoluto sobre ella hasta el extremo de poder condenarla a muerte en situaciones concretas, como el adulterio.
- El matrimonio sine manu. La mujer continuaba bajo la autoridad de su padre tras el enlace.
Sin embargo con el tiempo, el poder del marido sobre su mujer se fue debilitando y al final de la República, se extendió una nueva forma de enlace (nuptiae). En esta nueva modalidad, se necesitaba el consentimiento mutuo de los dos para casarse. 
 
2.3. La vestimenta
La noche anterior a la boda, la novia duerme con un camisón llamado lectra y una redecilla roja denominada recticulum. El día de la boda, iba vestida con una túnica blanca que significaba la pureza de la novia, y se le ceñía el cuerpo con un cinturón llamado cingulum que estaba atado por el llamado nudus herculeus, que representaba la virginidad. 

2.4. La celebración 
El novio iba en busca de la novia a su casa, la cual estaba decorada para la boda. 
El primer acto consistía en rezar y consultar la voluntad de los dioses sobre el futuro de la pareja, al terminar se hace un convite en la casa de la novia.
El segundo acto se hace al anochecer, donde empezaba la ceremonia de acompañamiento de la recién esposa a casa de su marido. Se producía el Rapto de las Sabinas, que trataba en el que el novio le arrancaba a la novia de los brazos de su madre. Ahí se fingían llantos y lamentos ante la pérdida de la hija. Después de este rapto, se dirigían a la casa del novio, donde el joven le preguntaba a su esposa su nombre y ella le respondía con la frase: Ubi tu Gaius, ego Gaia (si tú Cayo, yo Caya).
El tercer y último acto, era cuando el novio tomaba a su mujer en una violación legal. Para finalizar al día siguiente, se realizaba un banquete íntimo llamado repotia, al cual asistían los familiares de la pareja y se hacía entrega de los regalos. 


3. El adulterio
Se producía adulterio cuando un hombre, casado o soltero, tenía relaciones sexuales con una mujer casada; si se tenían con prostitutas o esclavas, no se consideraban adúlteras.

3.1. Ley
En el año 17 a.C. el emperador Augusto creó una ley para sancionar el adulterio y pasó a ser considerado como un crimen público. El marido disponía de sesenta días para presentar una queja contra la esposa adúltera. Este tenía derecho a matar al amante de su esposa.

3.2. Las sanciones
Para la mujer adúltera:
- La confiscación de la mitad de su dote y de la tercera parte de sus bienes.
-Su exilio en alguna isla remota.
-No se podía volver a casar y se equiparaba, en condición, a las prostitutas.
Para el hombre adúltero
-Se le confiscaban la mitad de sus bienes.
-Se le exilaba en alguna isla.
-Podía ser condenado a trabajos forzados en las minas.


4. El divorcio
4.1. La situación del marido
El marido siempre tuvo la libertad de repudiar a su mujer; generalmente se alegaba como motivo de la ruptura la esterilidad de la mujer, que esta hubiese intentado abortar o que hubiese falsificado las llaves de la casa conyugal para cometer adulterio. El hombre tenía la obligación de restituir el dote a la familia de su mujer.

4.2. La situación de la mujer
No se pudieron divorciar hasta principios del Imperio. En esta nueva época el vínculo matrimonial fue muy fácil de disolver, tanto como para el hombre como para la mujer. Era suficiente con que el esclavo llevase una nota en la que figurase la expresión "coge lo que es tuyo y vete". La mujer que había tenido solo marido (univira) estaba mejor considerada que una que había tenido más de uno.


5. La familia romana
La familia estaba constituida por las personas, parientes o no, que dependían del pater familias. Este era el único hombre que tenía la obligación de mantener a la familia, representarla políticamente y oficiar los ritos religiosos domésticos. Tenía autoridad sobre todos los miembros de su familia, incluso decidir sobre su vida o su muerte. 
5.1. Los miembros de la familia
En primer lugar, tenemos a los hijos. Se consideraban como hijos a los niños nacidos dentro del matrimonio, se les llamaba liberi.
En segundo lugar, tenemos a la mujer, que desempeñaba diferentes roles en la casa. Se le llamaba de tres maneras diferentes, mater (madre), uxor (esposa), domina (dueña de la casa). Su función era vigilar la despensa, hacer las tareas domésticas y cuidar a los hijos.
Por último, están los esclavos, se les conocía como servi. Era a fiel a su dueño, podían ser comprados y vendidos.



Si queréis saber más cositas sobre estos temas, os dejamos algunos enlaces a algunas páginas.
¡Hasta la próxima Floriponcios!🌺🌺🌺



 



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